Desde finales de los años 80 y a partir de las experiencias del entrenador de atletismo Hans Ruf, se crearon nuevas formas de incrementar la fuerza evitando sobrecargas articulares y compresiones en la columna. Las máquinas tradicionales que permitían un trabajo localizado, como por ejemplo, la prensa de piernas que permite muscular los extensores de las piernas sin sobrecargar la columna, tienen el inconveniente de que no trabajan toda la cadena muscular de la misma forma que en las actividades deportivas, porque los músculos fijadores del tronco y de la cadera están pasivos.

Con estas formas de trabajo, la tensión muscular es alta, actúa toda la cadena muscular; hay una participación de los músculos antagonistas y fijadores y la sobrecarga sobre la columna es mucho menor.